Un importante ensayo clínico, el estudio “REBOOT”, ha revelado que los betabloqueantes (un medicamento ampliamente recetado a pacientes con ataques cardíacos durante más de 40 años) no ofrecen ningún beneficio significativo sobre la atención estándar e incluso pueden ser perjudiciales para las mujeres. Los hallazgos, presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología y publicados en The New England Journal of Medicine, están preparados para remodelar las directrices clínicas internacionales.
Bloqueadores beta: un legado cuestionado
Durante décadas, los betabloqueantes han sido la piedra angular del tratamiento post-ataque cardíaco, y inicialmente se demostró que reducen la mortalidad en una era menos avanzada de atención cardíaca. Sin embargo, el ensayo REBOOT, en el que participaron 8.505 pacientes de España e Italia, demuestra que en el contexto de los tratamientos modernos (donde el desbloqueo rápido de las arterias y otras intervenciones son estándar) los fármacos no proporcionan protección adicional contra la muerte, los ataques cardíacos recurrentes ni la hospitalización por insuficiencia cardíaca.
Riesgos específicos de género identificados
El estudio descubrió una tendencia preocupante: las mujeres tratadas con betabloqueantes enfrentaban un mayor riesgo estadísticamente significativo de muerte, ataque cardíaco u hospitalización por insuficiencia cardíaca en comparación con las mujeres que no recibieron el medicamento. Este mayor riesgo, aproximadamente un 2,7 por ciento mayor durante un seguimiento de 3,7 años, se observó específicamente en mujeres con función cardíaca normal después de un ataque cardíaco. Los hombres no exhibieron los mismos efectos adversos.
La evolución del cuidado cardíaco
Los hallazgos resaltan un cambio crítico en la cardiología. Inicialmente se recetaron betabloqueantes para reducir la demanda cardíaca de oxígeno y prevenir arritmias, pero los tratamientos modernos, como la apertura rápida de las arterias, han reducido drásticamente el riesgo de complicaciones. Como explica el Dr. Borja Ibáñez, director científico del CNIC, “el beneficio de los betabloqueantes se vinculó a una era diferente en la atención del infarto. Hoy en día, la magnitud del daño cardíaco es menor, lo que hace que la necesidad de estos medicamentos sea menos clara”.
Implicaciones para la práctica clínica
La importancia del ensayo REBOOT se extiende más allá de los hallazgos inmediatos. La falta de financiación de la industria farmacéutica del estudio subraya su objetividad y su escala solidifica su credibilidad. Los investigadores anticipan que los resultados conducirán a una optimización de los protocolos de tratamiento de ataques cardíacos, reduciendo los efectos secundarios innecesarios y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
“REBOOT cambiará la práctica clínica en todo el mundo”, afirma el Dr. Ibáñez. “Actualmente, más del 80 por ciento de los pacientes con infarto de miocardio no complicado son dados de alta con betabloqueantes. Estos hallazgos representan uno de los avances más significativos en el tratamiento del ataque cardíaco en décadas”.
El estudio plantea una pregunta más amplia: ¿con qué frecuencia reevaluamos críticamente las prácticas médicas de larga data? Si bien los nuevos medicamentos se prueban rigurosamente, es mucho menos común cuestionar la necesidad continua de tratamientos más antiguos. El ensayo REBOOT demuestra que incluso las terapias establecidas requieren una reevaluación periódica a la luz de la evolución de los estándares médicos.
Los resultados sugieren que muchos pacientes con ataques cardíacos podrían renunciar de manera segura a los betabloqueantes sin comprometer su recuperación, particularmente las mujeres con una función cardíaca saludable. Esto representa un cambio fundamental en la forma en que se abordará la atención cardíaca en el futuro.
